It's been a long day, without you my friend~ (referencia a la letra de See You Again de Wiz Khalifa)
¡Os he echado de menos! Siento haber estado inactiva durante tantísimo tiempo de verdad. Pero no me gusta llamarlo "abandonar" el blog. No lo he abandonado, ni lo voy a hacer. Como he dicho ya centenares de veces, tengo intenciones de seguir con el blog hasta el final.
Es simplemente que me he visto con menos tiempo del que esperaba. He aprovechado las vacaciones de Pascuas para actualizar. Sé que no existe compensación posible, peor bueno, esta vez el episodio es más largo. Quiero avisaros que es poco probable que pueda estar mucho con el blog hasta bien entrado Junio. Voy a estar algo ocupada con los estudios. Adoro escribir pero necesito todas mis fuerzas para sacarlos adelante, espero que lo entendáis. No voy a tener más vacaciones "largas" por eso digo que es muy poco probable que actualice hasta Junio. Pero no estoy abandonando el blog, repito.
Por cierto, he visto que hemos llegado a los 1000 MeGustas en Facebook y que el blog ya tiene 80 seguidores!!! ¡MUCHÍSIMAS GRACIAS A TODOS DE VERDAD! Es increíble. Quiero decir, puede que llegue a los 5/6 meses de inactividad del blog, pero aún así habéis seguido aquí apoyándolo y dándole cariño. Sois increíbles de verdad. Los mejores. Os adoro.
Ya sabéis que siempre me leo vuestros comentarios y os contesto siempre que puedo. En cuanto cuelgue este capítulo os leo y respondo a todos, palabra.
Tenía tantas cosas por decir que no sé si me dejo algo :')
Bueno, nada más de momento. Aquí os dejo el capítulo 19.
Espero que lo disfrutéis, y no dudéis en comentar :D
(P.D: No se me ocurría qué imagen poner, así que os dejo la imagen que utilicé en la cabecera, con el link al autor de esta obra tan bonita. La verdad es que se parece mucho al Gideon que yo me había imaginado, por eso la escogí de entre los muchos fanarts que hay. Dadle apoyo al autor y hacedle saber cuánto os gusta su dibujo. Pero por favor, no escribáis comentarios odiosos y desmoralizadores. Sed respetuosos).
Me temblaban tanto las manos que tuve que tomarme una tila.
Pero tuvo un efecto enorme en mí. Simplemente con decir que un segundo estaba
hirviendo los espaguetis y al otro estaba cerca de hervir mi cara junto con los espaguetis. Tuve que tomarme un
café. Y, creedme cuando os digo que esa no es en absoluto una buena
combinación. Oh, no. Pero al menos sirvió para que pudiese hacer espaguetis
para tres en un tiempo record.
Cuando terminamos de cenar me despedí de Charlotte con un
beso en la mejilla, como hacía siempre. Ya lo había cogido como costumbre.
Por la mañana Raphael parecía muy animado y ansioso de ir a
la escuela, algo que jamás en la historia de la humanidad había pasado.
¾ Te
han prometido golosinas si vas a la escuela, ¿o qué? Estás demasiado contento
para ser un día laborable ¾me
atreví a preguntarle a mí hermano.
¾
¿Qué? Por Dios, ni que fuera un crío al que es fácil manejar ¾se defendió. Pero
enseguida se olvidó de mi ataque y sonrió de oreja a oreja¾. Es solo que… Tengo la
sensación de que mi estancia aquí no va a ser para nada desagradable.
¾¿Quiero
saber por qué? ¾dije
extrañado, sin saber con certeza si realmente quería saber porqué a mí hermano
le había gustado aquel lugar o no.
¾
Digamos que todo es gracias a cierta rubia alocada.
Su tono y su sonrisa pusieron mis sentidos paternales
alerta. Parece que Raphael ya ha encontrado una chica con la que entretenerse. Y
creo tener una vaga idea de quién es la “afortunada”.
Cuando se hubo marchado, le estuve dando vueltas al episodio
de ayer por la noche. Quizá sería mejor evitar entrar en iglesias acompañado de
Gwendolyn. ¿Realmente quería evitarlo? Para nada. ¿Debía hacerlo? Desde luego
eso era lo correcto.
Y luego, mientras me daba un paseo por el mundo de los
recuerdos, mi mente sacó a la luz un fragmento de recuerdo que correspondía a
aquel mismo episodio en la iglesia. Aun que más bien era el fragmento de una
conversación.
Cuando su voz sonó dentro de mi cabeza me estremecí.
<<Puedo ver fantasmas ¾confesó
vacilante¾.
Gente que ya no está entre nosotros>>.
La dulce voz de Gwendolyn rebotó en las paredes de mi cráneo.
Casi daba la sensación de que estuviese burlándose de mí, de mi ignorancia.
Mi corazón dio un vuelco cuando me di cuenta de lo que esas
palabras significaban. No literalmente, sino el hecho de que las haya
escuchado. Gwendolyn había confiado en mí, y me había abierto su corazón de par
en par.
Una sensación de felicidad floreció en mi pecho. ¿Desde
cuándo me había convertido en un estúpido cursi?
***
Me negué en rotundo a que madame Rossini se encargase de mi
vestuario. Tenía una imagen que mantener, incluso 200 años atrás. Así que cogí
el vestuario que tenía por casa sin importarme en comprobar que eran de la época,
los guardé en una bolsa y me dirigí a la Logia. Me metí en los lavabos y me
vestí rápidamente. Cuando entré en el taller de madame Rossini mis ojos se
abrieron de par en par.
Gwen ya se encontraba en el lugar, y madame Rossini había
hecho un gran trabajo con ella. Comencé a contemplarla (aun que más bien
debería decir admirarla) desde los pies apreciando cada detalle del vestido
rosa pálido que llevaba puesto y que tan bien le sentaba. Pero cuando llegué a
la cabeza todas esas emociones explotaron como una burbuja. Ploff. Pero ¿qué
demonios…? No pude evitar partirme de la risa. Parecía que un pájaro en peligro
de extinción había anidado y puesto huevos en su cabeza.
Gwen me lanzó una mirada envenenada. Y madame Rossini
comenzó a manifestar su enfado entorno mi conjunto y mi mal gusto.
¾
Tiene usted mucha razón, madame Rossini ¾dije,
tratando de calmarla¾.
Pero al menos mi pelo no parece uno de esos estropajos de aluminio que utilizo
para fregar los cacharros.
Y he de decir que me sentí muy orgulloso de mí mismo porque
se me ocurriera algo así en un momento como ese.
Gwendolyn levantó la barbilla mientras replicaba:
¾ ¿Qué
tú usas? ¾dijo,
poniéndole mucho énfasis al “tú”¾
¿No te estarás confundiendo con Charlotte?
Vale, me había perdido.
¾
¿Cómo dices? ¾balbuceé,
confundido.
¾
Parece que últimamente limpia para ti.
Vaya. ¿Es que acaso Charlotte se lo había contado? Y eso me
hizo pensar automáticamente en si sus únicas intenciones eran esas. Virgen
Santa.
De repente me sentí avergonzado. Y lo peor es que no tenía
ni idea de porqué. Y eso me confundió aún más.
¾
Bueno… eso no es… del todo exacto ¾tuve
la necesidad de explicarme.
¾Sí,
yo en tu lugar también me avergonzaría.
Wow. Eso me había afectado. ¿Cómo? Ni idea. De verdad que no
lo sé. Pero últimamente eso es tan frecuente cuando estoy con Gwendolyn que he
dejado de molestarme en buscarle una explicación.
Madame Rossini le colocó con mucho cuidado de no estropear
ese peinado (si se le podía llamar de tal forma). Estallé en risas de nuevo.
Dios. Pero ¿qué se había propuesto hoy madame Rossini con
ese atuendo? Parecía un espantapájaros. En ese momento, Gwendolyn me dio mucha
pena. Pero pese a ese horrible sombrero y ese monstruoso peinado, estaba
guapísima. Era incluso sorprendente.
¾
¿Podemos irnos ya? ¾dijo
con una voz ligeramente chillona, claramente irritada.
¾
Vigila bien a mi cuello de cisne, ¿me oyes? ¾y
se acercó tanto a mi cara que tuve que retroceder un poco. Solo le faltaba
apretar un cuchillo contra mi estomago para que fuese una amenaza en toda regla.
¾ Siempre lo hago, madame Rossini.
Le dediqué una
sonrisa sincera.
¾ ¿Desde
cuándo? ¾escuché decir a Gwen mientras salía al corredor. Se
quedó parada de espaldas a la puerta, casi como si estuviera esperando algo.
Entonces me miró extrañada¾
¿Hoy no hay venda?
¾ No, nos la ahorraremos. Por
razones bien conocidas —respondí, recordando la nada agradable sorpresa de hace
unos días—. Y por el sombrero ¾añadí,
reprimiendo una risita.
¾ ¿Sigues creyendo que te conduciré a una esquina y te daré con
un palo en la cabeza? ¾preguntó
Gwendolyn, algo ofendida.
Y entonces propuso una explicación “sencilla” a todo
aquello. Que ella no estaba allí y yo simplemente lo había soñado mientras
yacía inconsciente. ¿Realmente cree que no he considerado todas las opciones
posibles? Yo tampoco quiero creer que fue ella. Pero sé muy bien lo que vi, y
lo que sentí. La agarré antes de que me propinaran el golpe, y noté su suave
tacto bajo mi piel. Es imposible que soñase con algo tan real. Imposible.
¾ Por
cierto ¿no te duele la cabeza? ¾dije
de repente, conduciendo el rumbo de la conversación hacía donde yo quería,
justo el lado opuesto.
—Tampoco bebí tanto —contestó, algo avergonzada.
Juro que en ese momento, cuando apartó la mirada y se
sonrojó levemente, mi corazón dio un vuelco dentro de mí. Era tan mona. Sentí
la necesidad de seguir chinchándola para ver más esa cara suya que tan bien
escondía. Parecía tan indefensa.
¾No,
claro. Ya se veía ¾logré
decir entre risas.
Ops. Parece que eso la había enfadado. En un ágil movimiento
se zafó de la mano que tenía en su hombro.
¾ ¿No
podríamos hablar de otra cosa, por favor? ¾resopló.
Casi le faltó inflar los mofletes y dar una patada desquiciada en el suelo para
parecer una niñita indignada.
Dios. ¿Qué me estaba pasando?
¾ ¡Vamos!
Me imagino que tendré derecho a tomarte un poco el pelo con eso ¾dije. Tratando de darle
una explicación a mi comportamiento.
Cuando la miré y ella me devolvió la mirada con el ceño
fruncido, una clara señal de reproche, no pude evitar soltar un ligero suspiro.
Como si me hubiesen dado un puñetazo en el estómago su belleza me golpeó tan
fuerte que me dejó sin aire. Ni siquiera intenté resistirme al impulso que
sentí en aquel momento. Me puso delante de ella y me frené en seco, provocando
que ella se chocase conmigo y yo me pusiera tenso, aguantando la respiración.
Sin saber muy bien qué estaba haciendo, comencé:
¾
Escucha… No quise decírtelo ayer porqué pensé que estabas borracha ¾me entretuve acariciando
su frente¾. Pero
ahora que pareces estar mejor…
Ella me miró y en sus ojos pude percibir un destello de
confusión y algo más. ¿Miedo? ¿Sorpresa? Pero eso no me detuvo. Me incliné y
presioné mis labios contra los suyos. Ella me devolvió el beso. Fue un beso
dulce y suave. Cuando volví a mis sentidos me aparté y la miré tratando de
ocultar lo que pensaba en ese momento.
Madre mía. Había estado genial. Tanto que se me había
olvidado parte del discurso que me había preparado rápidamente momentos atrás. Shit.
Gwendolyn parecía alterada. Parecía que se aferraba a la
pared para no caer. Respiraba más rápido de lo normal y estaba ligeramente
colorada. Apoyé un brazo en la pared, justo al lado de su cabeza. No por nada
en especial, sino porque sentí la necesidad de aferrarme a algo para recordarme
que no estaba soñando y mantener la compostura.
¾ Esto
no puede seguir así ¾dijo
ella de repente. Parecía que estaba echándome en cara algo. No la culpaba, incluso yo estaba enfadado
conmigo mismo.
¾Gwen…
¾me dispuse a seguir con lo
que tenía planeado decirle. Algo de lo que poco a poco iba siendo consciente y
comencé a reconocer. Y necesitaba hacérselo saber. Porque ella tenía razón,
esto tenía que acabar. No podía actuar así con ella. La iba a volver loca. Y no
de la manera que yo quería.
Me gustaba Gwendolyn. Era confuso. No porque fuera imposible
que yo amase a Gwendolyn. Ella era muy guapa y su personalidad era muy fuerte.
Se puede decir que era fácil sentirse atraído hacia ella. Pero esto era algo
que jamás había sentido antes.
Creo que ha influido el hecho de no haberme relacionado
prácticamente con nadie en los diecinueve años que llevaba con vida,
simplemente con Charlotte que no era especialmente una chica como las demás,
era educada, obediente, fina, casi como un robot. No es que esté diciendo que Gwen
era corriente. Nada de eso. Ella no se comportaba como el resto de chicas
conmigo. Ella me plantaba cara, y era valiente, y tremendamente cabezota, pero
también tenía un gran corazón. Y… y… ¡Qué demonios! Me había enamorado de
Gwendolyn.
En ese momento escuché como unos pasos se aproximaban hacia
nosotros.
Reaccioné rápido y me aparté justo a tiempo, porque unos
milisegundos después mister George apareció ante nosotros, sudoroso y agitado.
Genial. Qué oportuno. Muchas gracias.
Tuve que contenerme muchísimo para no soltar un resoplido.
Mister George nos miraba extrañado y parecía que sospechaba
lo que acababa de pasar, probablemente por el aspecto de Gwen, que aún no se había
recuperado.
Sonreí para mí mismo mientras me excusaba y salía de esa
escena tan tensa. Los esperaría en la Sala del Cronógrafo.
Le tendí la venda a mister George.
Mientras los dejaba atrás, me dije a mí mismo que la próxima
vez no iba a fallar, y que Gwendolyn no se iría a dormir hoy sin saber lo que
siento.
*w* hace tanto esperaba este cap, me alegra tanto que volvieras *o* estaré esperando el siguiente 7w7r
ResponderEliminarAwww :3
EliminarYo también me alegro de haber vuelto, y de que sigáis conmigo ^^ No tardaré en subirlo lo prometo
Dios he esperado tanto este capitulo lo amor, ojala tengas tiempo de regalarnos mas de tu ingenio pronto; te esperaremos :D
ResponderEliminarHahahahaha me alegra que digas eso ^^
EliminarMuchas gracias, de corazón. Puede decirse que muy muy pronto va a haber un capítulo. Yo estaría atenta en los próximos minutos ;)