Zafiro: Capítulo 17

¡Saludos, viajer@!
¿Cómo os están yendo las vacaciones de verano? ¿Os lo estáis pasando bien? Espero que sí. veo que no hay tanta gente activa como durante el periodo escolar, cosa que espero que sea buena.
Siento haber tardado, una vez más. Este vuelve a ser igual de largo que los anteriores. Pero bueno, aquí está.
Ya os aviso que, puesto que estamos de vacaciones, yo tampoco estoy tan activa. Y por ello, no voy a comprometerme más. No me malinterpretéis, me refiero a que no voy a decir cosas como: "Mañana nuevo capítulo" o "La semana que viene subiré el siguiente capítulo", porque no estoy segura de poder cumplirlo.
En fin, nada más.
Disfrutad y no dudéis en comentar ;D

¾ ¡Maldita sea, Gwendolyn! ¡Esto no es ninguna fiesta con tus compañeros de escuela! ¿Cómo has podido? ¾grité, realmente enfadado.

En ese momento apreté con fuerza su chal, del cual no me había dado cuenta que llevaba en la mano. Ahora que lo recuerdo,  se le cayó a Gwendolyn en el momento en que hizo esa reverencia casi mortal hacia el conde y yo lo recogí. Se lo puse encima de los hombros sin ninguna clase de miramiento.

¾ Lo siento ¾contestó ella, suspirando con aire cansado.

De repente, Rakoczy salió silenciosamente de entre las sombras, dándonos a Gwen y a mí un buen susto. Nos informó de que todo estaba bien preparado y vigilado para que nuestro camino fuera seguro al 100%

Llovía a cantaros. Hacía unos segundos casi no notaba las pequeñas gotitas que caían del cielo pero ahora era prácticamente imposible no percibirlas.

Le iba lazando alguna que otra mirada a Gwendolyn, y pude ver que no se encontraba muy bien. Así que cuando llegamos a la iglesia, le acompañé a uno de los bancos y le ayudé a sentarse, despacio.

Después me dirigía a Rakoczy de nuevo.

¾ Gracias por acompañarnos y mirar por nuestra seguridad.

¾ Por favor… No me lo agradezca. Solo acato ordenes, ya sabe.

¾Cierto… En ese caso, dele las gracias al Conde de mi parte.

Él simplemente asintió y comenzó a retirarse mientras me decía que sus hombres estarían velando por nosotros entre las sombras y que las ventanas estaban bien selladas y vigiladas. Y así, tal y como apareció, se esfumó entre las sombras.

Qué tío más raro, en serio. Me da hasta grima. Y eso que a mí no me suelen dar grima las cosas, y mucho menos la gente. He visto de todo en mis 19 años de vida, pero es que este hombre… Os juro que me recordaba a un maldito vampiro.

Me volví hacia Gwendolyn, quién se estaba agarrando la cabeza con fuerza, como si temiera que le fuera a estallar o si fuera a echar a rodar de un momento a otro.

Me acerqué a ella y comencé a reñirle de nuevo (aun que esta vez no estaba gritando como antes, incluso parecía que estábamos teniendo una conversación normal).

Entonces ella pareció estar muy enfadada de repente. Puede que fuera porque los efectos del alcohol se estaban disipando.

¾ ¡No deberías haberme dejado sola! ¾me espetó¾. Apuesto a que eso también era todo lo contrario a lo que TU debías hacer.

Enfatizó mucho el “tu” en esa frase.

¾ Ah, perfecto. ¡Ahora échame la culpa a mí!

Gwendolyn empezó a hacer caras raras y me temí lo peor.

¾ Dios, no. ¡Ahora no vomites! Espera a que lleguemos a casa, haz el favor.

La mirada que me lanzó podría haber matado a cualquiera.

¾ Si tienes que hacerlo que sea lejos de mí.

Continué.

¾ No voy a vomitar ¾me cortó ella¾.

¾ Aun que todo esto tiene una parte positiva. He podido escuchar a Andrew Lloyd Webber.

Ella sonrío levemente.

¾ Tienes razón, pero probablemente mañana querré que se me tragué la tierra ¾hizo una pausa y luego añadió:¾. En realidad, ahora mismo.

¾ Eso es bueno ¾dije¾. Significa que el efecto del alcohol va cediendo poco a poco ¾luego sin ser muy consciente de lo que decía, añadí:¾. Pero tienes una voz muy bonita. Incluso a mí, que no me gustan los musicales, me ha encantado.

¾ ¿Cómo puedes tocar tan bien si lo odias? ¾dijo Gwendolyn, casi ofendida¾. ¡Has estado increíble! ¿Hay algo que no sepas hacer?

Por alguna razón su comentario me hizo mucha gracia. Es como si una fan estuviera idolatrando a su artista preferido. Me sentí muy bien de repente, victorioso.  Y quise aprovecharme un poco de la situación.

¾ ¡No! Puedes considerarme tranquilamente como un Dios.

Y antes de que pudiera responder de alguna manera (aun que lo dudo porque su estado mental aún no era muy estable) la coloqué en el altar para nuestro salto de vuelta.

Cuándo miré de nuevo su cara vi que en su rostro empezaba a dibujarse la culpa, así que traté de animarla.

¾ Venga, no pongas esa cara. En realidad la velada ha sido un éxito. Un poco distinto a lo que nos habíamos imaginado, pero en realidad hemos seguido el plan bastante bien ¾en ese momento Gwen se tambaleó un poco y yo la sujeté por la cintura. Dejando que su espalda reposara en mí pecho¾. No te muevas. Puedes apoyarte contra mí si quieres ¾aunque, pensándolo bien. No habría dejado que se fuera aun que ella quisiera¾. Y siento haber sido tan desagradable hace un momento.

¾ Ya está olvidado ¾respondió ella rápidamente, con voz calmada.

Conversamos un poco (en realidad, Gwen hacía preguntas y yo las respondía), y como me aburría y comencé a sentirme extraño empecé a jugar con uno de los rizos que se habían mal colocado de su peinado.

No estaba nervioso ni avergonzado como en estas últimas ocasiones. Era algo sin identificar. Era un S.E.N.I. Sentimiento Extraño No Identificado.

Ella no me dijo que no lo hiciera. De hecho parecía relajarla. Así que seguí jugando.

Casi sin darme cuenta, acerqué mi cabeza al cuello bien visible de Gwendolyn y comencé a pasear mis labios por él, dándole pequeños besitos.

Como he mencionado antes, el S.E.N.I era el causante de mis acciones. Mi cabeza se alarmaba mientras repetía << ¿Qué haces? ¡Para!>> Pero mi cuerpo no reaccionaba.

¾ Oye, ¿me estás besando?

¾ No ¾contesté. ¿Cómo que no? Eso era exactamente lo que estaba haciendo¾. Bueno, solo un poco. No me gustaría aprovecharme del hecho de que estas borracha y de que ahora me tomas por un Dios. Pero de alguna manera, me resulta difícil…

En ese justo momento, Gwen dejo caer su cabeza, como si fuera la cosa más pesada del universo y posó su nuca sobre mi hombro. Yo la apreté con más fuerza contra mí.

¾ Como he dicho hace un momento, realmente no me lo pones fácil. Contigo en las iglesias siempre se me ocurren ideas tontas… ¾dije acordándome de nuestro primer beso durante la emboscada de Lucy y Paul. En una iglesia también.

Entonces Gwendolyn me dijo algo que parecía tener sentido pero a la vez no. Algo que explicaba su anterior comportamiento en la soirée con lord Alastair. Pero era inhumanamente posible.

Veía fantasmas. No solo los veía, podía hablar con ellos.

En ese momento, casi pude escuchar un <<clic>> en mi cerebro. La profecía.

Empecé a notar ese cosquilleo en el estomago. Nuestra alarma.

¾ Gwendolyn ya es la hora.

Me separé de ella justo en el momento preciso, pues unos segundos estaba en la iglesia con esa chica tan especial y unos cuántos después tenía al doctor White delante mío con un kit médico muy completo.

¿Por dios, acaso eso no eran fórceps?

En cualquier caso, tengo trabajo por delante.