Zafiro: Capítulo 4 (parte 2)

Al final he conseguido acabar el capítulo a tiempo para colgarlo hoy mismo. No me he esforzado mucho ya que como dije anteriormente, tengo más cosas que hacer y he tenido que ir dejando el capítulo, así que no me he esmerado tanto como otras veces, espero que no os enfadéis conmigo por ello. Encima me ha empezado a doler la cabeza y no tenía fuerzas ni para mirar en la pantalla lo que estaba escribiendo. El próximo intentaré colgarlo entero y lo más antes posible. Se me está haciendo muy complicado todo, espero que lo entendáis. Disfrutad y no dudéis en comentar :D

Volví  con la carta del conde de Saint Germain y dándole vueltas a la cabeza sobre el comentario del conde.

Es verdad que hasta ahora todos hemos desconfiado seriamente de Gwendolyn, aparte de por ser nueva en todo este asunto, por el incidente con su prima Lucy y Paul DeVilliers.

Ya desconfiaba antes de ella, un poco. Pero ahora pienso más profundamente lo que podría llegar a hacer Gwendolyn, a la cual se le puede engañar fácilmente ya que no ha estado des de su más tierna infancia concienciada de cuán importante es esta misión.

La prueba de todo esto es que estuviera dispuesta a hablar con Lucy y Paul durante el último viaje en el tiempo, juntos.

Mister George me lanzó una gran sonrisa cuando me vio llegar y le tendía la carta del conde.

¾     Buen trabajo, Gideon ¾Exclamó tan orgulloso como un padre de su hijo al ver que puede montar solo en bicicleta¾. Puedes ir al taller de madame Rossini y cambiarte para ir a tu casa a descansar. Ya has terminado por hoy. ¾Añadió, amablemente.

¾     Gracias mister George.

¾     Te puedo acompañar una parte del camino ya que voy a buscar a Gwendolyn para elapsar ¾Comentó mientras me abría la puerta.¾ Adelántate, enseguida voy.

Así pues, me dirigí hacía el taller de madame Rossini, quien volvió a echarme una bronca por no llevar el pañuelo de terciopelo verde moco. Repetía una y otra vez que lo más importante era la autenticidad. Era su frase preferida, sin duda. Me puse mi camiseta sencilla y mis tejanos desgastados. Así sí que me sentía cómodo. Al salir casi me choco con mister George que se encaminaba hacía el Antiguo Refectorio a buscar a Gwen. Me uní a él ya que se me ocurrió la genial idea de ir a elapsar con ella, aun que yo ya haya cumplido mis horas de hoy. Era la única forma de asegurarme de estar tranquilo durante un rato. Por suerte traía mi Ipod. Siempre lo llevo encima por si surgen casos como este.

Cuando estábamos llegando se escuchó un grito frustrado de Giordano imagino que dirigido a Gwendolyn, con una musiquita de soirée de fondo.

Entré el primero y vi una escena que no olvidaría en mi vida.  Charlotte, Giordano y Gwendolyn bailando juntos lo que pretendían hacer parecer como una soirée con un caballero imaginario. Gwendolyn pareció percatarse de nuestra llegada y se desconcentró un poco, dándole la mano equivocada a su acompañante. Lo que pareció enfurecer a Giordano, que parecía que iba a explotar de un momento a otro. Charlotte se puse a bailar una perfecta danza con su acompañante invisible. Luego pareció darse cuenta de nuestra presencia y se paró sorprendida.  Nos dedicó una pequeña reverencia y se retiró hacía el piano de cola, donde se puso a tocar delicadamente una melodía preciosa y me dedicaba miradas cómplices y sonrisas radiantes. Yo sé las devolvía amablemente mientras de reojo vigilaba a Gwendolyn, que nos miraba atentamente mientras Giordano se quejaba de ella ante mister George. Ella estaba roja de la rabia, aun que de la vergüenza también porque Giordano nos ordenó mirarla mientras volvía a quejarse de ella. Estaba muy mona. Me senté al lado de Charlotte y ella, sin dejar de tocar y sonreírme me dijo <<Te he echado de menos>>. No pude, si más no, sonreírle ante su comentario. Mister George seguía defendiendo a Gwen de los comentarios de Giordano.

Al cabo de un rato discutiendo sobre la capacidad de aprendizaje de Gwendolyn, mister George anunció que venía a buscar a esta última para elapsar. Cosa que pareció alegrarle mucho.

¾     Ah, por cierto, Charlotte ¾Dijo de repente mister George cayendo en la cuenta de algo¾ Mistress Jenkins ha llamado a un coche, por hoy puedes descansar.

¾     Sí, mister George ¾Contestó sin dejar de sonreír, alejando sus manos del piano.¾ ¿Tú también te tomas un descanso? ¾Me preguntó dulcemente.

Yo negué con la cabeza y sonreí satisfecho mientras decía:

¾     No. Acompañaré a Gwendolyn.