Zafiro: Capítulo 5

Bueno, siento la tardanza. Aquí está finalmente el capítulo 5. Es que tengo muchas cosas que hacer, tampoco creo que suba inmediatamente el capítulo 6, aun que si os digo que intentaré no tardar mucho.
No tengo que decir mucho más, a parte de que intentaré buscar la película subtitulada durante mi tiempo libre y si la encuentro os la paso ;) Nada más. Disfrutad y no dudéis en comentar :D

Charlotte se quedó un poco parada ante mi respuesta. Y Gwendolyn puso una cara donde se podían ver claramente la sorpresa y el disgusto. He de decir que tuve que hacer un gran esfuerzo por no tirarme al suelo y empezar a reírme hasta quedarme sin aire.

¾     No ¾Dijo mister George, sereno pero rotundo.¾, no la acompañarás. Por hoy ya has cubierto el cupo.

¾     Y pareces agotado… ¾Añadió Charlotte, apoyando a mister George¾ Lo que no es nada extraño. Deberías aprovechar para dormir ¾Dijo con una pequeña sonrisa cómplice.

¾     Sin mí, Gwendolyn pasará cuatro horas en un sótano sin ningún provecho ¾Insistí.¾ En cambio, si la acompaño puedo enseñarle algo durante ese tiempo.

Seguimos durante un rato así. Pero nada me iba a hacer cambiar de parecer. Quería ir con Gwendolyn por dos razones. Mantenerla vigilada (necesitaba ver algo sospechoso en ella que confirmara las sospechas de todo el mundo de que ella podía ser la traidora) y descansar. Si iba con ella al sótano podía estar seguro de que nada me molestaría, ningún ruido, ninguna persona.

Finalmente mister George cedió y me permitió acompañar a Gwendolyn. Por otro lado, Gwendolyn parecía querer matarme por no dejarla estar sola, lo cual hacia aumentar mis sospechas de que tramaba algo.

Finalmente llegamos a la sala del cronógrafo y mister George nos hizo saltar en el tiempo. Yo aterricé después que Gwen. Podía distinguir su figura parada delante de mí en la oscuridad. De repente sentí una extraña sensación de paz…

¾     ¿Ves? No se está tan mal aquí ¾Dije mientras me acercaba a la puerta para encender la luz.

Lo único que iluminaba el sótano era una triste bombilla colgando del techo.

¾     Sí ¾Coincidió Gwendolyn.¾ Des de luego es más acogedor que en mi última visita. Todo el tiempo tenía miedo de que saliera una rata.

Cuando Gwendolyn mencionó la palabra Saliera se me ocurrió algo. Probé a bajar el picaporte de la puerta y empujar. Pero esta vez estaba cerrada, una lástima.

Le expliqué a Gwendolyn aquella vez que me encontré la puerta abierta y acabé en una bodega donde guardaban reservas de vino.

En la pared había unas sillas colocadas perfectamente en línea. Me acerqué y cogí una para Gwendolyn.

Ella se sentó y empezó a sacar cosas de su cartera. Yo me tumbé en el sofá verde y conecté mi Ipod. Cerré los ojos durante un momento pero luego los abrí cautelosamente para mirar a Gwendolyn. Parecía estar concentrada en sus deberes, pero algo me puso alerta. Levantó la cabeza e hizo el amago de girarse a mirarme. Cerré los ojos rápidamente.  ¿Es posible que haya notado que la miraba? No, no puede ser…

No me atreví a abrir los ojos hasta que Gwendolyn se puso a recitar unos versos de Shakespeare.

¾     ¿Te refieres a mí? ¾Dije incorporándome.

¾     Es Shakespeare… ¾Contestó Gwen, algo tímida.

¾     Aún no puedes repetirlo ¾Dije cuando vi que Gwendolyn cerraba el libro.

Ella me puso la escusa de que mañana ya se le habría olvidado, y que sería mejor repasarlo por la mañana. Entonces yo sugerí ensayar el minué.

¾     ¡Oh no, por favor! ¾Suplicó Gwendolyn cansada.

¾     ¿Me concedéis este baile, miss Shepherd? ¾Dije ignorando su último comentario mientras me inclinaba elegantemente ante ella ofreciéndole mi mano.

¾     Sería un gran placer, señor ¾Dijo asintiendo con sentimiento mientras cogía uno de sus libros y se abanicaba con él¾ pero lamentablemente me he torcido el tobillo. Tal vez sería mejor que le preguntase a mi prima, allí al fondo. La dame de verde. ¾Sugirió mientras señalaba el sofá¾ Ella le mostrará encantada lo bien que baila.

¾     Pero yo desearía bailar con vos ¾Repliqué yo, aún inclinado¾ Hace tiempo que sé como baila vuestra prima.

¾     Me refería a mi prima Sofá, no a mi prima Charlotte ¾Comentó Gwen.

Gwendolyn siguió un rato con la broma de la prima Sofá, pero finalmente conseguí que bailara conmigo. Bueno en realidad medio al obligué.

Le puse mis cascos en sus orejas y le puse una canción de Mozart (Aun que al principio tuvimos un problemita con Linkin Park).

Nos pusimos a bailar y yo iba corrigiendo sus errores. He de decir que Giordano había exagerado muchísimo respecto a la torpeza de Gwendolyn, no lo hacía tan mal.

¾     Mírame, puedes hacerlo. ¾Le animé.

Gwendolyn también parecía pensar como yo. Estaba más animada, pero de repente su mirada se ensombreció y paró de bailar.

¾     Eh, que no hemos acabado todavía ¾Dije yo intentando hacerla reaccionar¾ Aun que has estado muy bien, aún no es perfecto. ¿Por qué tienes de repente es mirada tan sombría?

Su preocupación era el conde y que volvieran a aparecer esos hombres armados e intentaran atacarnos de nuevo. Me dijo cosas como que estaría de acuerdo en que durante la soirée  volviera a llevar conmigo una pistola, preguntas sobre Charlotte y sobre la magia del cuervo.

No sé cómo llegamos a ese punto, pero acabamos hablando de Charlotte y de mí.

¾     Encuentro que realizáis magníficos progresos en la conversación; sin embargo, un caballero no habla de esas cosas. ¾Le dije cuando me preguntó acerca de cómo besa Charlotte.

¾     Aceptaría esa excusa si tú fueras un caballero. ¾Espetó Gwendolyn.

¾     Si en algún momento he dado ocasión para que me juzgarais mi conducta inapropiada para caballero, yo… ¾Empecé a decir, pero Gwen me interrumpió.

¾     ¡Cierra la boca, por favor! ¾Exclamó¾ Lo que pase entre Charlotte y tú no me interesa lo más mínimo, pero encuentro bastante descarado que al mismo tiempo te diviertas… ¾Se pensó unos segundos la siguiente palabra¾ tonteando conmigo.

¾     ¿Tontear? ¾Pregunté ofendido¾ Qué palabra más fea. Os estaría muy agradecido si me iluminarais con la causa de vuestro malhumor y prestarais atención a vuestros codos al mismo tiempo. ¾Le dije, medio bromeando, aun que realmente quería que me explicara por qué estaba tan enfadada conmigo.

¾     No tiene gracia ¾Dijo Gwendolyn muy afectada¾ No habría dejado que me besaras si hubiera sabido que Charlotte y tú… ¾Dijo, dejando en el aire una frase inacabada.

¾     Charlotte y yo, ¿qué? ¾Dije tratando de ayudarla a seguir.

¾     … sois más que amigos ¾Concluyó finalmente.

¾     ¿Quién lo dice? ¾Pregunté, no puede ser que Charlotte vaya diciendo cosas semejantes por ahí… ¿O sí?

¾     ¿Tú? ¾Dijo Gwendolyn como si fuera la cosa más obvia del mundo y yo fuera un tonto por preguntarlo.

¾     Yo no he dicho nada de eso.

¾     Aja. Así que… nunca os habéis… digamos… ¿besado? ¾Preguntó.

¾     Tampoco he dicho eso. ¾Dije para enfadarla cuando no hizo una reverencia al final del baile. Pretendía seguir con el baile pero Gwendolyn no abandonó el tema de Charlotte.

¾     ¿Tienes algo con Charlotte o no? ¾Dijo cortante.

¾     Creo que no te interesa para nada lo que pueda haber entre Charlotte y yo ¾Contesté, no había nada pero quería que Gwendolyn sufriera un poco más, me gustaba esta posición.

¾     Exacto tu lo has dicho ¾Dijo fulminándome con la mirada.

¾     Entonces no hay más que hablar.

¾     Te has equivocado de música ¾Dijo al escuchar las primeras notas de una canción de Bon Jovi.

¾     No, no ¾Dije yo rápidamente, sonriendo maliciosamente¾ Creo que ahora necesitas algo tranquilizador.

¾     Eres… eres un… ¾Gwendolyn parecía que iba a explotar.

¾     ¿Sí? ¾Dije provocándola.

¾     ¡Un tarado! ¾Exclamó frustrada, yo me acerqué un poco más, me gustaba enrabiar así a Gwendolyn.

¾     ¿Ves?, esa es la diferencia entre Charlotte y tú: ella nunca diría algo así.

¾     Tal vez por qué a ella no le das ningún motivo para hacerlo ¾Dijo, no sé si me lo imaginé o de verdad Gwendolyn se estaba poniendo nerviosa.

¾     No, no es eso. Creo que sencillamente tiene mejores modales. ¾Respondí yo. Me comportaba exactamente igual de arrogante con todo el mundo, Charlotte no era una excepción.

¾     Sí y unos nervios de acero ¾Comentó Gwendolyn, entonces pareció acordarse de algo¾ Solo por si se te ocurre repetirlo cuando estemos en un confesionario y nos aburramos: ¡La próxima vez no me cogerás por sorpresa! ¾Dijo rotundamente.

¾     ¿Quieres decir que no dejarás que te bese otra vez? ¾Dije desviando mi mirada a sus labios.

¾     Exacto ¾Dijo ella, parecía querer moverse pero no podía.

¾     Lástima ¾Dije apenado, mientras probaba la fieldad de sus palabras acercándome lentamente a su boca.

Ella no se movió ni me apartó, simplemente parecía asustada y nerviosa. Probé a hacer contacto. Así que con una mano empecé a acariciarle el pelo, como tampoco dijo nada la acerqué a mí y le di un beso.

No sé cuánto tiempo estuvimos besándonos ya que no hubo nadie que nos interrumpiera, y faltaba un rato para nuestro salto en el tiempo. Bueno ya no estaba seguro de nada. Le besé delicadamente durante la canción de Bon Jovi. Pero cuando se acabó, noté como se apoderaba de mí un extraño deseo y empecé a besarla con brusquedad. La tiré al sofá y estuvimos así hasta que me aparté por miedo al salto de vuelta, empezaba a notar esa sensación familiar en el estómago.